El Sol es la estrella del sistema planetario en el que se encuentra la Tierra; por consecuencia, es la más cercana a A pesar de ser una
estrella mediana, es la única cuya forma se puede apreciar a simple vista, con un diámetro angular de 32' 35" de arco en el perihelio y 31' 31" en el afelio, lo que da un diámetro medio de 32' 03". Por una extraña coincidencia, la combinación de tamaños
y distancias del Sol y la Luna son tales que se ven, aproximadamente, con el mismo tamaño aparente en el cielo. Esto permite
una amplia gama de eclipses
solares distintos (totales, anulares o parciales). El Sol se formó
hace unos 4500 millones de años a partir de nubes
de gas y polvo que ya contenían residuos de generaciones anteriores de estrellas. Gracias a la metalicidad de dicho gas, de su disco
circumstelar surgieron, más tarde, los planetas, asteroides y cometas del Sistema Solar. En el interior del Sol se producen reacciones de fusión en las que los átomos de hidrógeno se transforman en helio, produciéndose la energía que irradia. Actualmente, el Sol se encuentra en plena secuencia
principal, fase en la que seguirá unos 5000 millones de años más quemando hidrógeno de manera estable.
Cuando el hidrógeno de su núcleo sea mucho menos abundante éste se contraerá y se encenderá la capa de hidrógeno adyacente, pero esto no bastará para retener el colapso. Seguirá compactándose hasta que su
temperatura sea lo suficientemente elevada como para fusionar el helio del núcleo (unos 100 millones de grados). Al mismo
tiempo, las capas exteriores de la envoltura se irán expandiendo paulatinamente. Se expandirán tanto que, a pesar del aumento
de brillo de la estrella, su temperatura
efectiva disminuirá, situando su luz en la región roja del espectro. El Sol se habrá convertido en una gigante
roja. El radio del Sol, para entonces, será tan grande que habrá engullido a Mercurio, Venus y, posiblemente, a Mercurio Mercurio es el planeta del Sistema
Solar más próximo al Sol, y el segundo más pequeño. Forma parte de los denominados planetas interiores o terrestres.
Mercurio no tiene satélites. Se conocía muy poco sobre su superficie hasta que fue enviada la sonda planetaria Mariner 10, y se hicieron observaciones con radares y radiotelescopios. Antiguamente se
pensaba que la superficie de Mercurio siempre presentaba la misma cara al Sol, situación similar al caso de la Luna con la Tierra; o sea, su periodo de rotación era igual a su periodo de traslación (88 días). Sin embargo, en 1965 se mandaron pulsos de radar hacia Mercurio, con lo cual quedó
definitivamente demostrado que su periodo de rotación era de 58.7 días, lo cual es 2/3 de su periodo de traslación. Esto no es coincidencia, y es una situación denominada resonancia de giro-orbital. La superficie de
Mercurio, como la de la Luna, presenta numerosos impactos de meteoritos de todas dimensiones. Algunos de los cráteres son relativamente recientes, de algunos millones de años de edad, y se caracterizan por la presencia
de un pico central. Parece ser que los cráteres más antiguos han tenido una erosión muy fuerte, posiblemente debida a los grandes cambios de temperatura entre el día y la noche.
El cráter más grande es Al igual que la
Luna, Mercurio parece haber sufrido un período de intenso bombardeo de meteoritos de grandes dimensiones,
hace unos 4000 millones de años. De aquellos tiempos remotos datan algunos cráteres, cuyos diámetros son aproximadamente de unos 100 km, así como unas anchas depresiones, semejantes a los mares de Contrariamente a
lo que se creía, la sonda Mariner 10 demostró la existencia de una atmósfera, muy tenue, constituida principalmente por helio, con trazas de argón y neón. La presión de la atmósfera parece ser solo una cien milésima parte de la presión atmosférica en la superficie
de la Tierra. El estudio de la
interacción de Mercurio con el viento
solar ha puesto en evidencia la existencia de una magnetosfera en torno al planeta. El origen de este campo
magnético no es conocido, aunque algunos autores creen que puede ser debido a una corriente
eléctrica inducida en las capas exteriores de la atmósfera del planeta por el movimiento de las líneas
del campo magnético interplanetario que giran por la rotación del Sol. Al ser un planeta
cuya órbita es interior a la de Observaciones de
la órbita de Mercurio a través de muchos años demostraron que su perihelio gira 43" de arco más por siglo de lo predecido por la mecánica clásica de Newton. Esta discrepancia llevó al astrónomo Urbain
Le Verrier a pensar que existía un planeta aún más cerca del Sol, al cual llamaron Vulcano, que perturbaba la órbita de Mercurio. Ahora se sabe que Vulcano no existe; la explicación correcta
del comportamiento del perihelio de Mercurio se encuentra en La sonda MESSENGER, lanzada en agosto del 2004, se pondrá en órbita alrededor de Mercurio en marzo del 2011. Se
espera que esta nave aumente considerablemente nuestro conocimiento científico sobre este planeta.
Venus es el segundo planeta del Sistema Solar en orden de distancia desde el Sol. Recibe su nombre en honor a la diosa romana del amor Venus. Se trata de un planeta de tipo terrestre o telúrico, llamado con frecuencia el planeta hermano de la Tierra, ya que ambos son similares en cuanto a tamaño, masa y composición. La órbita de Venus es una elipse prácticamente circular, con una excentricidad de menos del 1%. Al encontrarse Venus más cercano al Sol que la Tierra, siempre se puede encontrar, aproximadamente, en la misma dirección del Sol (su mayor elongación es de 47,8º), por lo que desde Por este motivo, Venus debió ser ya conocido
desde los tiempos prehistóricos. Sus movimientos en el cielo eran conocidos por la mayoría de las antiguas civilizaciones, adquiriendo importancia en casi
todas las interpretaciones astrológicas del movimiento planetario. En particular, la civilización maya elaboró un calendario religioso basado en los ciclos de Venus (ver Calendario maya). El símbolo del planeta Venus es una representación estilizada del espejo de la diosa Venus: un círculo con una pequeña cruz debajo, utilizado también para denotar el sexo femenino. La distancia
media que la separa del Sol es de
Marte Marte es el cuarto planeta del sistema
solar. Forma parte de los denominados planetas telúricos (de naturaleza rocosa, como Tycho
Brahe midió con gran precisión el movimiento de Marte en el cielo. Los datos sobre el
movimiento retrógrado aparente (lazos) permitieron a Kepler hallar la naturaleza elíptica de su órbita y determinar las leyes del movimiento
planetario conocidas como leyes
de Kepler. Los
planetas superiores o exteriores, nunca pasan entre el Sol y la Tierra ni jamás se les ve en creciente ni en cuarto; sus fases están poco marcadas, hecho
que es fácil de demostrar geométricamente. Considerando el triángulo Sol-Tierra-Marte, el ángulo
de fase es el que forman el Sol y la Tierra vistos desde Marte. Alcanza su valor máximo en las cuadraturas cuando el triángulo STM es rectángulo en
Júpiter es el quinto planeta del Sistema
solar. Forma parte de los denominados planetas exteriores o gaseosos. Recibe su nombre
del dios romano Júpiter (Zeus en la mitología griega). Se trata
del planeta que ofrece un mayor brillo a lo largo del año (aunque Venus puede superarlo dependiendo de su fase, al igual que Marte si se encuentra en una oposición favorable). Es, además, el mayor entre los planetas
del Sistema
Solar, con una masa más de 310 veces la terrestre, y un diámetro unas 11 veces más grande. Júpiter
es un cuerpo masivo gaseoso, formado principalmente por hidrógeno y helio, carente de una superficie interior definida. Entre los detalles atmosféricos se
destacan |
||||||||||